lunes, 11 de febrero de 2013

Bodas de Oros de mi Primo Maximino.





Dedicado a mi primo,  Maximino Pérez  Alvarado, Cura Párroco de Brozas en su Cincuenta  aniversario Sacerdotal

   Con tu invitación, amor y alegría

hoy nos reunimos aquí en Montánchez en este día
                                                             
           la mayoría de los primos Alvarados, 
           que descendemos de este maravilloso pueblo
        donde nació nuestro bisabuelo, Antonio Alvarado.

Por eso te hemos acompañado todos
a la misa de tus bodas de oro
y solo por llegar a ella con relativa buena salud
ya has conseguido tu tesoro.

No te quiero decir económicamente
porque para vivir no te llegará a faltar
sino en sabiduría y experiencia
que son los años vividos quien las da.

Te felicitamos y te damos todos los primos
nuestras más sinceras en hora buena de corazón
y le damos las gracias a Dios, porque nosotros
también hemos podido llegar, a conocer tus  bodas de oro
         para poderte acompañar y contigo poderlas festejar
y disfrutar.

Este 50 aniversario de tu vida Sacerdotal
ya que al cabo de tantos años de Parroquia
en parroquia atendiendo a tus feligreses te abras
tenido que adaptar, y como personas
que somos podemos pecar, pero para eso está
la misericordia de Dios, que si nos arrepentimos
él nos perdonara, como tú en su nombre en confesión
habrás tenido mucho que perdonar, en tu larga vida sacerdotal.

Aunque no creo que de ninguna de las parroquias
que has estado te puedas quejar,                                                                                                                                                                            porque esta  ultima
                                de Brozas parece una Mini Catedral,  esperamos que sigas
con la misma vitalidad, hasta el día que te quieras jubilar,
para que tranquilamente puedas descansar.

Quiero recordar aquel feliz día que cantaste tu primera misa
que con nuestros padres y todo el familiar junto,
lo pudimos festejar y disfrutar,  acompañado de vuestras
amistades y amigos  que nunca olvidaras, ni nosotros
 los que te pudimos acompañar.

 Como los primos, familiares y amistades,
que hoy te acompañamos
a este aniversario ya que nuestros
padres en espíritu en la gloria con Jesucristo no
nos puedan acompañar, hasta el día que nos juntemos
todos con ellos en su gloria, desde el Valle Josefa,
ya que en esta vida no, nos volveremos a juntar.

Pero lo festejemos con alegría y felicidad porque ellos
en el cielo lo estarán festejando y regocijando
que disfrutemos hoy todos los Alvarados
y familiares juntos este día que sea convertido
en Familiar, ya que no sabemos cuándo será otro día,
para que toda la Familia Alvarado nos volvamos a juntar.

Celebremos que nuestro tío Emilio Alvarado
fallecido ya, como nuestro primo Maximino en la actualidad
cogieran la vida Sacerdotal para seguir predicando
los Evangelios y la doctrina que Jesucristo nos enseño.

     Como hicieron nuestras Madres y nuestros
Abuelos enseñándonos a practicar la religión cristiana y a rezar,
y a decir siempre la verdad, ya que es la mejor
educación que nos pudieron dar,
para que ha nuestros hijos y nietos
se la podamos trasmitir y enseñar.

Aunque mientras podamos abrir los ojos
y ver un nuevo día, le daremos las gracias a Dios
por haber conocido un día más
y por todos los buenos recuerdos
de los que hemos podido en la vida disfrutar.

Ya que cada persona de su mente puede escoger
de entre todos los buenos recuerdos el más
feliz e interesante conseguido en nuestra
larga vida, para siempre recordar.

Para terminar recordemos a Nuestra Madre,
Ntra. Sra. de la Consolación del Castillo
Patrona de Montánchez
y a todas las madres  que son las primeras
promotoras para que sus hijos vayan al Seminario
para hacerse Sacerdotes, ya que desde
pequeños los educan en la moral cristiana
que Jesucristo nos enseño.

Por eso nos hacen falta más madres como fue nuestra tía Catalina,
que apoyadas por la oración como ella nos sirva  para
que en esta juventud, haya más vocaciones Sacerdotales
y buenos Sacerdotes, que puedan predicar y enseñar
                  nuestra Fe  y los Evangelios con la verdad y para que le pidan a Dios,
que entre Pobres y Ricos, haya menos desigualdad.

Montánchez   a  26  de  Agosto  del 2.012
Benito Solís Alvarado.